
En el trayecto del autobús desde el aeropuerto de Girona hasta la Estación del Nord en Barcelona, el contorsionista salía de la maleta y robaba los objetos de valor en los equipajes de otros pasajeros. Todo como si se tratara de un inusual acto de circo.
Una vez en el destino, el cómplice se marchaba con la maleta y el ladrón adentro, quien portaba otro bulto con los objetos hurtados. No fue hasta que uno de los criminales olvidó al otro en su maleta, lo que alertó al personal de seguridad del aeropuerto español. Para sorpresa de los agentes, la maleta contenía al pillo en su interior. Ambos fueron arrestados tal como un acto de última función.
Por si fuera poco, la policía descubrió que el contorsionista se escondía con un celular una linterna y un objeto punzante para manipular cerraduras y candados.
Fuente Periódico Excélsior Mx
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