En días recientes un amigo recibío un mensaje de texto que leía: Felicidades su numero telefonico ha sido ganador de uno de los 8 Mustang de la promoción Insuperable Gane con Texaco con Techrón. Para más inf. Comuniquese con el Sr. Roberto Betancurt Morales al 787-237-5060. Con gusto le atenderemos.
Primero, se puede ver la sarta de disparates en el mensaje de tan solo treinta y pico de palabras. Especialmente, el apellido Betancourt y no Betancurt. Segundo. Échale dos supo que un mensaje de texto no correspondía al procedimiento de notificar a los ganadores.
Según nos contó el implicado, decidío llamar. Comparto con ustedes lo que me dijo.
Le contestó un caballero que se identificó como el Sr. Juan Morales (JM):
- Buenos días, con quien tengo el gusto de hablar.
JM- Buenos días, me llamo Juan Morales, como le puedo ayudar...
- Recibí un mensaje de texto y necesito hablar con el señor Betancourt.
JM- ¿Cuál es su nombre caballero? (Claro, la pregunta que les ayuda a obtener el nombre de la víctima)
- Soy el Señor Estrada (inventó el apellido)
JM- Señor Estrada... ¿Su nombre es?...
- Ernesto Estrada (nombre ficticio)
JM- Señor Estrada, permítame un momento (me contestó con gentileza) y luego de unos segundos retomó la llamada.
JM- Estrada, el licenciado Betancurt se encuentra disponiendo de sus alimentos. Con mucho gusto, le indico el mensaje y el le devolverá la llamada.
- Estupendo. Gracias (contestó).
"Tengo que admitir que las palabras que intentó decir con profesionalismo, denotaban cierta cafrería', contó el involucrado. "Claro está, el disparate de "disponiendo de sus alimentos", me confirmó la sospecha". En la espera, hace un "googlazo". El número telefónico 787-237-5060 correspondía a un celular en el pueblo de Guaynabo y no un teléfono de oficina. Minutos después le llamó el tal Roberto Betancourt (RM).
- Si, buenas tardes... (contestó)
RB- Buenas tardes, señor Estrada. Soy el Licenciado Roberto Betancurt, mi numero de licencia es la 47211, ¿Cómo se encuentra usted hoy? (Claro, el sabía su nombre porque ese es el truco del texto, llamar y darlo) (BTW ! ¿cuando un licenciado llama y da su número de licencia?....)
-Bien (contestó)
RB- Señor Estrada, ¿Participa usted del concurso La Promoción Insuperable de Texaco?
- Sí. ¿Por qué?
RB- Señor Estrada, es que usted ha sido el agraciado ganador del sorteo de uno de nuestros 8 Mustangs para esta semana. (Se quedó callado esperando la reacción).
-Ok. Entonces ¿Qué Procede?
RB- Felicitaciones, procede tomarle unos datos para confirmar su identidad. ¿Cuál es su teléfono y número de licencia?
-Gracias, discúlpe, ¿Cómo dijo que se llamaba licenciado?...
RB- (Hubo silencio) Licenciado Roberto Betancurt (contestó)
-Ok. Licenciado... mi teléfono es el siete ocho siete .... cuatro cuatro tres... (dijo mientras tecleaba el nombre y el numero de licencia del aparente licenciado para hacer un googlazo, gestión que escuchó y simplemente colgó)
"Cuando devolví la llamada, no me contestaron", nos contó el joven. Fue entonces que procedío a alertar el personal del concurso y a las autoridades pertinentes sobre el aparente fraude. "Nosotros nunca notificamos al ganador por mensaje de texto, se llama al agraciado y lo único que se le solicita es validar el código ganador y luego se cita para ultimar detalles o recoger el premio". Le indicó el representante de Texaco.
Aquí quedan dos cosas bien claras. Primero, los delincuentes obtienen la información que usted mismo le brinda. Son muy astutos y la idea del mensaje de texto es que los llame para darle sus datos con la excusa de investigar y devolverle la llamada. Claro que estarán muy seguros de que caerá en su trampa, pues ya le dió la información que necesitaban para montar el libreto.
Hubiera sido cierto o no, lo importante es que nunca demuestre emoción. Esto intimidará al delincuente y es probable que, como me pasó a él, desistan de continuar su fechoría. No sea convierta en la próxima víctima. Pase la voz, esto no es un juego, es una historia real y reciente que puede costar a usted, algún familiar o amigo.
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