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| De CAFRIGALERIA |
El agua y las olas no son impedimento para este ingenioso recoge-latas boricua que reinventó la estrategia. Ahora se desplaza de manera cómoda por el mar, aprovecha la poca gravedad y la cooperación ciudadana para completar su tarea. Y quién sabe si durante el trayecto logra "cachetear" una que otra "friíta". La Piktográfica lo captó en exclusiva desde un balneario en el oeste de la Isla.
Me pareció ingenioso y creativo. El boricua si que sabe. Mientras otros dedican largas caminatas y tienen que "pasar las de caín" él se pasea con el sol, la playa y la arena. De cariño le voy a llamar el pirata de las latas.
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