Todo sucedió en Hamburgo, Alemania. Según trascendió en Internet, Thessa Geburtstag, anunció su fiesta de cumpleaños en Facebook. No obstante, la joven de 16 años no configuró la privacidad del evento y esto provocó que más de quince mil personas confirmaran su asistencia. Ante el temor de lo que pudiera ocurrir, la familia anuló la convocatoria, contrató un servicio de seguridad privada y alertó a la policía. Sin embargo, cerca de 1.600 cacheteros se dieron cita el día del evento.
“En un momento de la noche comenzaron a volar piedras, botellas y artículos de pirotecnia”, explicó Mirko Streiber, portavoz de la policía alemana. Los jóvenes portaron pancartas y material promocional del evento. “Thessa, oh Thessa, no nos conocemos pero no importa si estamos aquí celebrando borrachos tu cumpleaños”, gritaban a coro.
La multitud de feisbukeros invadió el área residencial de la joven y reclamaron su presencia. El descontrol fue tal que incendiaron contenedores, vandalizaron vehículos e hicieron una candelaria en el jardín de la propiedad donde reside la adolescente.
Lo que pretendía ser una celebración de cumpleaños cualquiera, se convirtió en un campo de batalla que opacó la celebración de Thessa. La menor y su familia quedaron acorraladas por varias horas. Por su parte, Streiber explicó que el operativo duró varias horas y culminó con 11 detenidos.
Ante el gran auge de las comunidades sociales y su poder de convocatoria, el doctor en psicología Carlos Andújar Rojas, conversó en exclusiva para Échaledos sobre la peligrosidad en la tendencia a la confianza de los individuos que participan en ellas, de manera tal, que se sienten motivados a moverse o compartir con desconocidos.
“Los jóvenes deben mantener el nivel de privacidad que entiendan importante para ellos y medir las consecuencias”, enfatizó Andújar Rojas. “De la misma forma, los padres deben supervisar, dialogar e inmiscuirse en lo que hacen sus hijos a través de la red. Indagar sobre sus preocupaciones pero no en modo punitivo”, añadió.
Explicó que hoy día los jóvenes tienen un dominio excelente de la tecnología y por más restricciones que se le impongan, buscarán la manera de zafarse. No obstante, siempre existe la oportunidad de acercarse para dialogar con sus hijos y dar consejos propios. En virtud de eso, el acercamiento debe ser amistoso para que aprendan a definir el espacio de privacidad que quieren tener, concluyó el psicólogo.
échele dos al compendio de fotos de lo que allí sucedió:
Todavia no puedo creer esto! jajaja Si eso pasara en Puerto Rico, no me quiero imaginar cuanta gente se apareceria de lo 'cacheteros' que son aquí!!
ResponderEliminarMe encanta tu blog... mañana lo veo con más calma :)
Tere
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btw.. te sigo en Facebook y aquí!!
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